martes, 30 de marzo de 2010









DIA CERO domingo

Me noté un poco débil el domingo, me costaba subir las escaleras y tenía taquicardias de vez en cuando. Pero seguí con mi vida normal. Me miré al espejo y mi cara era monocromo, al punto que me resultaba atractiva. Los labios del mismo color que la piel que estaba entre balnca y amarillenta. Fui a mis manos: blancas igual que las uñas.
Busqué esa parte rojiza de abajo de los ojos, la que se ve cuando te bajas los párpados inferiores para poner cara de monstruo sin asustar a nadie. Y no estaba rojiza sino más bien "blanquiza".  Noté que el blanco de los ojos no estaba blanco sino amarillento. Me vi con ojos de daltónica "Mierda, los colores no están en su lugar. Esta paleta no me gusta" Lo mismo pasaba con las encías: rosita pálido. Como las ropas de las chetas novias de polistas. 
Ya tuve antes anemia hemólitica autoinmune y relacioné el amarillo de los ojos con exceso de bilirrubina. El exceso de bilirrubina se llama ictericia y es la coloración amarillenta de la piel y de la de esa parte del ojo, que ocurre cuando la bilirrubina se acumula en la sangre en niveles altos. Esto pasa porque los glóbulos rojos se están descomponiendo demasiado rápido como para que el hígado los procese.
Como dije antes, ya tuve anemia hemolítica autoinmune otras veces. Este tipo de anemia existe por una alteración en el sistema inmunológico (ese que nos defiende) que hace que los propios anticuerpos que en general (en "general" qué palabra más general y militar) nos protegen, se vuelvan repentinamente en contra de órganos propios, en mi caso, los glóbulos rojos. Viendo todo esto manifestándose visiblemente en mi cuerpo, decidí hacerme un análisis de sangre el lunes.

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