martes, 30 de marzo de 2010



DIA UNO lunes 29/03/10
Despertador 8:oo ayunas al hospital. Me acompañó mi novio y cuando subimos las escaleras del subte tuve que parar a descansar. Entendí la señal e imaginé el resultado de los análisis. Sacamos el número esperamos y entré a la sala de vampiros. Una enfermera que se acordaba de mí me sacó una sonrisa. La aguja afuera y nos esperaba la recompensa del desayuno. Volvimos a casa y me acosté. Empezó la angustia: estaba segura de que mis anticuerpos no me iban a volver a atacar. Estaba segura de que ya me había curado de eso.
Cerré los ojos y empecé a hacer ejercicios de relajación y visualizaciones. Traté de imaginar a mi cuerpo por dentro, traté de viajar por adentro para averiguar qué era bien lo que estaba pasando. A veces me sorprende tener tan claro el color de mi pelo o la forma de mi nariz y no tener ni puta idea de cómo es mi pulmón. No podía concentrarme. Hablé por skype con mi mamá y me dijo "Leete el libro que te regalé hace un montón y nunca leíste"
Un libro sobre enfermedades que empieza diciendo: cuando en un auto se prende  una luz que te indica que algo está mal, tenés dos opciones: una desactivar la luz para que no vuelva a prenderse o dos: buscar cuál es la causa de que se prenda y solucionarla. De ahí parte para explicar que el síntoma es un aliado, que no hay que matarlo sino escucharlo. Que está tratando de comunicar una falta de algo y que depende de mí empezar a buscar qué es.
Interrumpe mi lectura el teléfono: "¿La señorita Lola García Garrido?"
"Sí"
"Te llamo del Laboratorio hematológico y necesito el teléfono del médico que hizo la receta"
"¿Qué pasa?"
"Bueno, estoy con los resultados en la mano, los valores están muy bajos sobre todo la hemoglobina y hay que actuar de forma urgente"
Le pasé los teléfonos y decidieron empezar con el tratamiento "de choque" 80 mg de Deltisona (corticoides). Y reposo absoluto. Resutla que tengo 6 de hemoglobina (menos de la mitad de lo normal) y la hemoglobina es la encargada de llevar el oxígeno al cuerpo entonces es peligroso que me ande moviendo de acá para allá.
La noticia me angustió. Estuve varias veces con tratamiento de corticoides y me sé la historia. Después de una semana de tomar corticoides me empiezo a sentir excepcionalmente bien. Y después más que bien y después es como si me metiera una raya de cocaína todas las mañanas, en encuentro hiperactiva sin parar, hablo más de lo normal y ¡hasta mandibuleo! Suena bien, pero los efectos secundarios son bastantes y a largo plazo. Te debilita los huesos, se te empieza a hinchar la cara como un globo, te corroe las paredes del estómago entonces tenés que hacer una dieta muy estricta y con poca sal, te salen estrías y la cortisona tarda mucho en eliminarse completamente del cuerpo. Lo acepto igual. Ahora es momento de esto. Sé que estoy apagando la lucecita. Pero esta vez, mientras hago caso a matar el síntoma voy a buscar el origen real. Llegar a situaciones límite puede ser muy bueno.  

2 comentarios:

  1. Pero Lolisima! cuidese por favor!!
    donde andas tantisimo tiempo?
    Nacho, de aquella facu....

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  2. Me encanta como la enseñas. Gracias por compartir experiencia.

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