lunes, 12 de abril de 2010



DIA QUINCE lunes 12/04/10
6 AM en la cama. Los ojos no se me abren, se disparan, amenazan al párpado con un cuchillo. El párpado cede y busca pegar las pestañas a las cejas. Las pestañas no llegan a tocar las cejas porque las cejas se elevaron todavía más. Imposible tratar de seguir durmiendo. Qué raro es estar medicada así. Ya lo había vivido para cada vez me vuelve a sorprender. Como estar poseída. Pero no existen los exorcistas de corticoides. Poseída de reacciones químicas. Me levanto y voy a mi taller. Ni siquiera tengo hambre todavía. No amaneció. Miro desde la ventana la cola de enfrente del colectivo de gente que va a trabajar. Espero que a las empresas no se les ocurra dar corticoides a sus empleados para que rindan más. Pienso en todo lo que pienso estos días. De escuchar al cuerpo, de pensar en lo que como, de darme cuenta si estoy cansada. Difícil de combinar con el sistema de explotación laboral que reina. Pero no imposible.
Todavía de noche prendí la luz y me puse a trabajar en una exposición que estoy preparando. Taquicardia. Apareció Lolamaestra: "¿Por qué no esperás a que amanezca?" Paré. Fui a la cocina y me preparé el desayuno, leí hasta que salió el sol y volví a mi taller. Ahora sí.
Mi hermano hermoso se vino para quedarse conmigo estos días, como en los viejos tiempos. Me dijo que él se va a encargar de que yo reserve energía. Me preparó la comida y estiramos un poco el cuerpo. Hoy empecé a rehabilitarme con algunos ejercicios de danza, de a poco. Mañana me toca análisis de sangre + consulta a ver cómo va todo y de acuerdo a eso bajamos más la dosis. Son días clave, bisagra. En breve vuelvo a las calles como antes, pero no como antes. No quiero perder las nociones que se me rebelaron en estado de debilidad por eso quiero estar alerta y seguir escuchando e investigando. No quiero sucumbir a la droga. No quiero acomodarme y aburguesarme en un producto farmacéutico ni en un sistema de medicina que va al ataque y no a la prevención. Mi cuerpo me tiró mil claves, mil puntas, pistas y las tengo que agarrar todas, descubrirlas y transformarlas en lo que me haga bien.

No hay comentarios:

Publicar un comentario